Más de 160 pirekuas de 51 pireris se han logrado registrar para su preservación y resguardo, gracias a la colaboración de la Secretaría de Cultura de Michoacán y la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Hoy, en el Día del Compositor y la Compositora Purépecha, la Secum congratula la importante labor de quienes fungen como valiosos contadores de historias y guardianes de la memoria del pueblo purépecha, y quienes enriquecen el arte musical de Michoacán en particular y del país en general.
En la actualidad, la dependencia estatal, en colaboración con la Fonoteca del INAH, ha realizado 160 registros sonoros de pirekuas a cargo de 51 pireris. Entre quienes figuran María Graciela Reyes Sánchez, Jesús Sánchez Hernández, Leopoldo de la Cruz Trinidad y Antonio Reyes Justo, de las comunidades de San Lorenzo, Angahuan, Arantepakua y Comachuén, por mencionar algunas.
Es a partir del siglo XX cuando ya se encuentran pirekuas con partituras y datos precisos y en los años 80 que se comenzaron a hacer las primeras grabaciones del sentir purépecha en disco de acetato, alambre y cinta magnética y la proliferación de casetes; destacan los primeros registros audibles que realizó la etnomusicóloga Henrrieta
Yurchenco y Librado Pérez Vega en los 60.
Las letras de las y los autores se caracterizan por contar las motivaciones, preocupaciones y lamentos por la configuración del mundo actual, además de ser una de las experiencias que hacen vivible la tradición.
Históricamente en la cultura p’urhe, ha existido una figura que tiene la autoridad moral dentro de la comunidad para ser la persona encargada de divulgar y continuar con las tradiciones, de contar sobre el pasado y el presente, de fungir como la persona que continúa con el legado de perpetuar la cultura.
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