El grito de “unidad, unidad”, entre los morenistas, fue de dientes para afuera. Así se observó el ambiente de presunta unidad en torno a los aspirantes al Senado: no era genuino.
La 4T clama que buscará ganar su plan C, es decir la mayoría en los Congresos, pero Raúl Morón y Celeste Ascencio -aspirantes al Senado- no aportarán votos a Sheinbaum, ellos se beneficiarán de los votantes a favor de Claudia.
Carolina Rangel y Sergio Adem, funcionaria estatal y él delegado federal del Infonavit, estuvieron presentes en el acto partidista y en día laboral. De Sipinna e Instituto de la Juventud, igual.
Somnífero fue el discurso de Celeste Ascencio.
Cristobalistas colados para la foto: Marcela Maya, Wilbert Rosas y Osvaldo Sánchez.
Omega Vázquez, quien se ha guarecido en casi todos los partidos y siempre fracasando a nivel partidista, ahora quiere asirse de Morena.
Ernesto Núñez, del PVEM, prefirió quedarse en la playa.
Fabiola Alanís, no atinó a decirle el nombre de forma correcta a Diego Hernández. Sí, Diego quien en Jalisco fue señalado por los morenistas de traidor.
Variopinto el escenario: el priista Marco Polo Aguirre ahora disfrazado de guinda. El zacatecano Reginaldo Sandoval; Erika Herrejón, del PES quien tuvo que leer su celular para afirmar que trazarán una ruta conjunta con Morena-PT y PVEM, como lo hicieron en el 2018.
Los propios morenistas presentes reconocieron que no hay unidad. Fue solo para la fotografía, las heridas están abiertas. Morón no quiso salirse del discurso establecido, pero alrededor se notaban incómodos, muchos a fuerza.
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